Historia para el Día del Maestro.
Me preguntaron en la calle:
- ¿Qué profesión estudió? y yo les contesté:
- Soy maestro.
Esa persona, mirándome con extraña expresión en su rostro, se rió y dijo en Voz baja:
- Qué profesión tan FÁCIL, se la pasan jugando con los niños.
yo, con mi cara bien en alto, le dije con firmeza:
- Sí, soy maestro. No trabajo en empresas pero sí en un espacio donde promuevo conocimientos en niños y jóvenes.
No discrimino porque doy amor a todos por igual.
No soy su jefe pero tu hijo me ve como un líder y soy su modelo a seguir.
No soy psicólogo, pero puedo hacer que tu hijo crea en sí mismo.
No soy doctor, pero puedo diagnosticar carencias en los niños y jóvenes.
No tengo horario de trabajo, pues mientras tu ves televisión o duermes, algunos estamos planificando para que tu hijo tenga el mejor aprendizaje.
No soy arquitecto para construir edificios, pero sí construyo sueños y valores.
No juego con los niños, participo en la construcción de sus aprendizajes.
No juego con plastilina, moldeo sueños y valores.
Que vivan los Maestros, porque para ser lo que son pasaron por las manos de otros maestros.
Sacado del blogs: buenas lecturas para reflexionar.
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